Todo acerca de los roedores

Los roedores son una familia de mamíferos bastante extensa, la cual, logró esparcirse por casi todo el mundo. Hoy en día la variedad de esta es notable, pues existen de diferentes tamaños y rasgos físicos. Aun así, la mayoría cuentan con rasgos conservados de sus ancestros comunes.

Debido a esta misma variedad y extensión mundial han estado involucradas con la humanidad desde hace mucho tiempo. Esta relación no ha sido muy amistosa, pues ha sido motivo de muchos problemas para ambos grupos. Estos problemas se basan principalmente en la categorización de los roedores como «plagas».

Esto ocurrió naturalmente por sus hábitos alimenticios, los cuales incluyen la comida humana. A su vez, esto trajo consigo la exterminación constante de estos pequeños mamíferos. Sin embargo, actualmente no son solo exterminados, pues han sido de gran importancia incluso en el ámbito científico.

Además de usos experimentales, estos pequeños mamíferos han tenido importancia en la cultura humana desde la antigüedad. Esto es debido a su constante presencia ha marcado la historia humana desde hace mucho. Por estas y otras razones es importante conocer más acerca de estos mamíferos.

Historia de la clasificación de los roedores

Desde mediados del siglo XVIII todos los roedores (conocidos de esa época) fueron clasificados dentro de un grupo llamado Glires. En este mismo grupo se encontraban los lagomorfos, es decir, los conejos. En dicho grupo también estaban otros mamíferos sin relación aparente con los ya mencionados.

Casi un siglo después los lagomorfos y los otros pequeños mamíferos en cuestión fueron categorizados como Rodentia. Esto era una clara evidencia de que todavía era estrecha la relación que se mantenía entre ambos grupos por las similitudes físicas. Sin embargo, a principios del siglo XX esta clasificación fue cuestionada.

Esto conllevó a la separación del grupo de lagomorfos de los roedores y fueron clasificados como se acaba de mencionar. Esto se debe a que las similitudes físicas fueron estudiadas a fondo y comparadas, por lo que la conclusión más correcta era la separación de ambos grupos.

A pesar de lo dicho, este grupo de pequeños mamíferos sigue compartiendo una clasificación con los lagomorfos. Este clado es la de Glires, el cual pertenece a su vez al superorden Euarchontoglires.

Subórdenes

Existen miles de especies que pertenecen al orden de los roedores, por lo que no es de extrañar que las clasificaciones sean variadas dentro del mismo. Dichas clasificaciones se basan en las características físicas generales de los miembros de un orden para dividirlos en subórdenes.

En el caso de este conjunto de mamíferos existen 5 subórdenes dentro del mismo orden. Dichos subórdenes son:

• Esciuromorfos.
• Castorimorfos.
• Anomaluromorfos.
• Miomorfos.
• Histricomorfos.

Anatomía general

En el pasado este conjunto de pequeños mamíferos fueron clasificados por diversos rasgos físicos, ya sean mandibulares o anatómicos generales. La razón por la que han sido clasificados varias veces en la historia moderna se debe a su parecido físico con otros mamíferos.

Este parecido en los roedores es de esperar cuando se trata de un conjunto de mamíferos que abarca más de 2200 especies descubiertas en casi todo el mundo. Y es que, a pesar de su diversidad, hasta sus miembros más diferentes comparten muchos rasgos físicos apreciables.

Estos rasgos físicos suelen asemejarse con los rasgos presentes en las liebres, como sus cráneos, por ejemplo. Esta misma similitud llevó a muchos científicos a deducir que comparten un ancestro en común y que sus evoluciones han sido convergentes.

Sin embargo, hay rasgos físicos y conductuales notablemente diferentes entre ambos grupos de mamíferos. Entre esos rasgos se encuentran el tamaño, la morfología y las conductas de sus diferentes especies.

Tamaños

El tamaño de las diferentes especies de roedores varía significativamente según sus hábitos y antigüedad evolutiva. Esto se debe a que la fijación de un tamaño diferente en la genética de los seres vivos suele requerir de un proceso largo y constante.

En el caso de estos mamíferos, la mayoría de las especies son pequeñas, puesto que no alcanzan ni 50 cm de longitud. A pesar de ello, algunas de las especies más grandes superan cientos de veces en tamaño y peso a las más pequeñas. Este es el caso del Capibara, el roedor más grande que existe.

La longitud de un Capibara adulto puede ser de entre 1 y 1,3 m y su peso no suele superar los 60 kg. Por otro lado están las especies de roedores más pequeñas, cuyos miembros adultos no suelen pasar los 10 g de peso. Los tamaños de la mayoría de las especies de estos suelen asemejarse a los de una rata común.

También existen otras especies de los mismos que alcanzan un tamaño significativo, aunque no superior al del Capibara. Un ejemplo de esto son los castores, los cuales, suelen tener un tamaño similar al de un perro pequeño pero con mayor musculatura.

Aspectos y pelajes

En cuanto al aspecto físico y los pelajes de los roedores se refiere, no hay gran diferencia entre sus especies. Esto se debe a que son animales con muchos depredadores y necesitan llamar la atención lo menos posible. El color de sus pelajes suelen ser opacos, comúnmente marrones, grises o negros.

Sus pelajes no son muy largos, pues suelen ser frondosos y cortos y se extienden por casi todos sus cuerpos. El pelaje suele estar presente en las colas, como en las ardillas, por ejemplo. Aunque existen especies sin pelaje en la cola, como los ratones, las ratas y los hámsters.

También existen unas pocas especies de roedores que no poseen nada de pelaje, pues no lo necesitan. Un ejemplo de esto son las ratas topo, las cuales viven siempre bajo tierra y se alimentan de raíces, por lo que no necesitan salir o camuflarse. También son ciegas y poseen un gran sentido de la orientación.

Por otro lado, también existen algunas ardillas que poseen los pelajes más exóticos en toda esta familia de pequeños mamíferos. Una de estas ardillas es la originaria de Prevost, aunque sigue conservando colores opacos (como el negro) en su pelaje, esto a excepción del blanco.

Musculaturas y órganos

Los músculos presentes en las mandíbulas de la mayoría de los roedores son fuertes. Esto es necesario para que los mismos puedan roer los materiales y la comida con la fuerza requerida para atravesarlos y separarlos. Además, la organización de estos músculos es usada para clasificar al animal en su orden.

La musculatura en las extremidades suele ser poca en comparación con su tamaño completo, pues generalmente poseen patas cortas. El grosor de sus patas es mayor en la zona superior donde se encuentran unidas al torso. En cuanto al torso, suele tener un buen recubrimiento de grasa y poca musculatura.

Por otro lado, los órganos de los roedores suelen variar dependiendo la especie, pues algunos poseen hábitos alimenticios diferentes a los de otros. Algunos de estos mamíferos poseen órganos digestivos especializados para el consumo de plantas y frutas.

Otros también poseen la habilidad de regurgitar los alimentos para luego volver a ingerirlos. Luego, está la organización del sistema reproductivo, donde algunos poseen huesos en el pene. Algunos también tienen los testículos ocultos en el abdomen y las hembras poseen úteros dobles.

Elasticidad muscular

Algunos de estos mamíferos (principalmente los más pequeños) tienen una gran elasticidad muscular, la cual les permite pasar por lugares muy pequeños. Esto es común en las ratas y ratones, pues son capaces de irrumpir en una casa con facilidad por muchos agujeros pequeños.

Estos roedores son capaces de moverse por casi cualquier lugar donde quepan sus cabezas. Esto se debe a que sus músculos y órganos se pueden comprimir ligeramente para permitirles el paso por lugares estrechos. Esto también les permite sufrir menos daño por caerse, aunque depende de la altura.

Locomociones

Gracias a la gran extensión de estos mamíferos han sido capaces de desarrollar diferentes formas de desplazamiento, cada una adaptada a sus entornos. Comúnmente son estilos de movimiento que les permiten huir rápidamente de sus muchos depredadores.

Casi todos los roedores son cuadrúpedos y tienen cola, por lo que la locomoción de los mismos es rápida. Algunos, han desarrollado formas de desplazamiento aéreas, específicamente por planeo. Este es el caso de la ardilla voladora, la cual se desplaza con facilidad entre los árboles gracias a esta habilidad.

Esto es posible gracias a una membrana situada entre sus patas que les permite planear poco tiempo. Por otro lado, existen otras especies de estos mamíferos que han optado por una vida subterránea. Tales son las ratas topo, quienes tuvieron que desarrollar patas más fuertes para la excavación.

Otros roedores han adquirido gran habilidad para la natación y pelaje impermeable, como lo son los castores. Por último, otros desarrollaron patas más largas y tendones más elásticos para desplazarse saltando en las praderas. Todas estas locomociones están claramente adaptadas a sus hábitos.

Dentaduras

Las dentaduras presentes en las diversas especies de estos mamíferos no son muy diferentes entre sí. Estas suelen cumplir con características muy similares, lo cual, las vuelve probablemente los rasgos más característicos de los roedores en general.

La mayoría cuentan con 4 dientes incisivos afilados para roer y romper alimentos de gran dureza o sus cáscaras. Un ejemplo bien conocido de esto es el de la ardilla común, la cual usa sus incisivos para romper las cáscaras de las nueces. Además, otros de estos mamíferos también cortan la corteza de los árboles.

Por otro lado, los molares y premolares varían en cantidad y tamaño según la especie y sus hábitos alimenticios. Suelen ser unos 6 premolares y 12 molares, ambos grupos distribuidos en la parte superior e inferior de la mandíbula. Mientras tanto, existe un espacio apreciable entre los premolares y los incisivos.

Este espacio dental presente en todos los roedores es característico, pues existe un espacio considerable entre ambos grupos de dientes. Además, existen otras características acerca de sus dientes que determinan algunas de sus conductas alimenticias y su necesidad de roer.

Dientes incisivos

Este grupo de 4 dientes situados en la parte frontal de la mandíbula de estos mamíferos tiene diferentes usos. Uno de los más comunes es el de roer, principalmente alimentos muy duros y otros materiales como la roca, la madera e incluso el plomo.

Estas actividades provocan el rápido desgaste de los incisivos, pero afortunadamente estos crecen durante toda la vida. Los roedores con dicho crecimiento dental constante suelen ser los más pequeños, tales como ratas y ratones. Sin embargo, este crecimiento resulta inevitablemente perjudicial.

Esto se debe a que el constante crecimiento de los incisivos desemboca en la penetración craneal de los mismos. Ambos conjuntos de dientes tienen una forma curva, pero los superiores aún más, por lo que al alcanzar una gran longitud pueden cerrar la boca del animal.

Aunque existe este riesgo potencial, dichos animales suelen roer lo suficiente como para que esto no pase. Además, dichos dientes suelen estar cubiertos por la parte frontal de esmalte. Esto permite que los roedores puedan roer mucho, pero la parte frontal se desgasta menos y mantiene siempre algo de filo.

Molares y premolares

Este conjunto de dientes ubicados en la parte posterior de la mandíbula varía en cantidad según la especie de roedor. Estos son de gran importancia, pues son los encargados de masticar la comida antes de ingerirla y después de morderla.

En algunos de estos mamíferos pueden estar impares la cantidad de dientes superiores e inferiores. Incluso algunos presentan dientes de leche, los cuales, son rápidamente cambiados por dientes de hueso. Además, el crecimiento de estos suele ser menor que el de los incisivos en la mayoría de los roedores.

Comportamientos comunes

La mayoría de los comportamientos de estos mamíferos están relacionados con las mismas características físicas que comparten. De esto es ejemplo su discreción física, sus hábitats seguros y dietas. La supervivencia de los mismos los llevó a que evolucionaran de diversas formas.

Algunas de estas formas pueden ser muy diferentes, aunque se siguen observando conductas en común a pesar de ser especies de lejano parentesco. Dichas conductas pueden ser sociales, reproductivas, alimenticias e incluso laborales.

Hábitats mundiales

La extensión de estos mamíferos por casi toda la superficie terrestre del planeta es en su mayor parte natural. Los roedores son animales muy comunes en cualquier parte, pues tienen una gran adaptabilidad a los diferentes ecosistemas. El único lugar en el que no habitan estos mamíferos es la Antártida.

En gran parte del mundo surgieron por evolución y migración natural, pero también alcanzaron lugares como Nueva Zelanda viajando con los humanos. Estos viajes fueron realizados por los humanos durante mucho tiempo y a través de barcos, pues eran viajes marítimos.

En dichos viajes y desde hace siglos, las ratas y ratones han sido polizontes que migraron involuntariamente a otras partes del mundo. La prosperidad de estos roedores en nuevos ecosistemas fue posible gracias a su dieta muy variada y a su reproducción constante y abundante.

Asimismo, dentro de estos lugares pueden habitar bosques, desiertos, montañas, cuevas y también urbanismos. Son mamíferos muy abundantes y de gran flexibilidad en cuanto al estilo de vida y los hábitos adquiridos. Sin embargo, también tienen muchos depredadores y otras amenazas de vida constantes.

Horarios de actividad

Muchos de estos mamíferos suelen estar activos durante la noche, mientras que descansan durante el día. A las especies con estos horarios de actividad se les conoce como animales nocturnos. También son comunes las especies de roedores crepusculares, es decir, que trabajan durante el atardecer y amanecer.

Sin embargo, también son conocidas múltiples especies de horarios diurnos, como lo son las ardillas, por ejemplo. Esta especie también se caracteriza por recolectar suficiente alimento para consumirlo en temporada de invierno. Mientras tanto, existen otras especies de estos mamíferos que se mantienen activas en invierno.

Dichas especies son comunes de hábitats fríos y suelen ser peludas para resistir las bajas temperaturas. También existen otras especies que se ven obligadas a hibernar para sobrevivir al invierno, para luego despertar con la llegada de la próxima estación.

Las especies de roedores que hibernan suelen habitar en diferentes partes de Europa. Por último, están las especies que habitan en selvas y biomas tropicales, las cuales entran en estado de letargo para sobrevivir a las épocas más calurosas de la región.

Comportamientos sociales

Existen diferentes comportamientos sociales entre los muchos miembros de esta familia de mamíferos. Algunas de las especies suelen caracterizarse por la poca interacción social de sus miembros, pues pasan casi toda su vida en soledad. La excepción más clara en estas ocasiones es la época de apareamiento.

Otras especies son más sociables con sus congéneres, pues pasan gran parte de su vida con una sola pareja. Por otro lado, existen especies de roedores que siempre viven en conjunto con otros miembros de su especie. Gracias a esto, han desarrollado una relación social significativa con los mismos.

Un ejemplo de estas especies son los perritos de praderas, los cuales se agrupan y viven en madrigueras subterráneas. Sin embargo, sus sociedades suelen ser competitivas entre sí, ya sea para los recursos (como alimentos) y parejas de apareamiento.

También existen sociedades jerárquicas, las cuales son, de cierta forma, lideradas por una reina. Esto ocurre en las ratas topo, las cuales poseen una sola hembra en su grupo y esta se aparea con los machos más aptos. Mientras tanto, los demás roedores del grupo solo se limitan a labores de exploración y recolección.

Apareamiento y reproducción

En cuanto al apareamiento y reproducción de estos mamíferos existen tiempos de gestación variados y las cantidades de crías siempre son más de una. Esto se debe a que son mamíferos placentarios o euterios, lo que permite que las crías sean múltiples.

Algunas especies se reproducen varias veces al año para compensar el índice de mortalidad con un aumento en el índice de natalidad. También existen especies que tienen un periodo de gestación muy corto, el cual puede ser de 1 a 2 semanas. Normalmente sus crías son muy endebles, ciegas e indefensas.

Algunos de estos roedores alcanzan la madurez sexual varias semanas después de nacer, incluso antes de alcanzar los 2 meses de edad. Sin embargo, existen otras que tienen un periodo de gestación de la misma durabilidad que el de los humanos.

Sus crías suelen nacer ya peludas, con vista y pueden incluso correr unas horas después de nacer. Otra característica común en estos pequeños mamíferos es que al poco tiempo de parir se comen a sus crías. Este acto de canibalismo se debe a la falta de otros alimentos, por lo que deben comérselos y parir otros.

Dietas comunes

Las dietas de los roedores suelen ser variadas, esto dependiendo su hábitat. La mayoría de los mismos son herbívoros, pues alcanzan a comerse todas las partes de una planta en particular. Estas partes comprenden desde el fruto y la hoja, hasta la raíz, el tallo e incluso los tubérculos.

También existen otras especies que son omnívoras, pues pueden comer muchos tipos de comida, incluida la carne. Las ratas y los ratones son un ejemplo, pues son capaces de comer muchas de las comidas que producen los humanos. Otros tipos de especies silvestres se alimentan de algunos invertebrados.

Dichos invertebrados comprenden a muchos tipos de insectos (principalmente los saltamontes) y también a los pequeños gusanos. También gustan de lombrices de tierra, aunque suelen ser más difíciles de desenterrar. Otros roedores no tienen preferencias y consumen alimentos muy variados dependiendo la estación.

Por último, los ratones que habitan en túneles subterráneos (cavados por ellos mismos) consumen principalmente raíces, insectos y otros invertebrados. Sus dietas son bastante flexibles y se adaptan a sus necesidades inmediatas, aunque suelen tener preferencia por ciertos alimentos más gustosos o provechosos.

Promedios de vida y sus amenazas

Algunas de las especies de estos mamíferos son decenas de veces más longevas que otras, y esto se ve directamente influenciado por sus depredadores. La mayoría de las especies de roedores no cuentan con mecanismos de defensa, por lo que son muy cazadas.

Sus mejores defensas son la precaución y la discreción, pues no pueden escapar rápido porque son muy pequeñas y de patas aún más cortas. El pelaje opaco y camuflado les resulta muy útil para no llamar la atención de sus muchos depredadores.

Algunas especies de estos pequeños mamíferos se reproducen mucho y son muy cazados por lo mismo. Sus depredadores son de todo tipo, pues algunas aves, reptiles, anfibios y otros mamíferos incluyen en su dieta a los roedores. Sin embargo, no todos se encuentran indefensos ante sus depredadores.

Un ejemplo de esto es el puercoespín, el cual desarrolló un montón de púas en su espalda para protegerlo de sus depredadores. Otras especies que casi no son cazadas (como las ratas topo) alcanzan una gran longevidad a diferencia de aquellos que viven uno o dos años. Las edades más altas son de hasta 28 años.

Roedores más populares

Es común que cualquier persona haya visto a uno de estos mamíferos alguna vez en su vida. Algunos de estos encuentros ni siquiera son deseables, pues se puede tratar de ratas o ratones. Sin embargo, no todos los roedores tienen una mala fama entre las personas.

Algunas de estas especies más populares son:

• Ratas pardas: Estas ratas son comunes en los urbanismos y pueden habitar en las cloacas. Su fama se debe más bien a la categorización de la misma como una plaga y su exterminación es constante en muchos lugares.
• Ratas negras: Son ligeramente diferentes a las ratas pardas por su coloración y mayor frecuencia en zonas de bajo higiene. Uno de los lugares más frecuentes en los que habitan son las cloacas y alcantarillas.
• Ardillas comunes: Esta especie no es de mala fama, pues se le conoce principalmente por habitar en los árboles de muchos urbanismos. Estos roedores suelen ser bastante tranquilos pero no son del todo amigables.
• Hámsters: Esta es una de las pocas especies domesticadas de este grupo de mamíferos. Su fama se debe al uso como mascota que se le da y a los colores manchados de marrón, blanco y negro que suelen tener.
• Ratones: Los ratones son conocidos también como plagas, solo que son mucho más pequeños que las ratas y frecuentan el color gris. Sin embargo, existen muchas caricaturas que representan a este animal de una forma mucho más amigable.
• Puercoespines: Estos mamíferos son bien conocidos por sus espinas características. A menudo, cuando otros animales (como perros) suelen interactuar con ellos terminan lastimados y pinchados en toda la cara.
• Castores: Estos roedores son muy buenos nadadores y son conocidos por su aspecto único y porque construyen presas de madera en los ríos. Además de su característica cola, también son capaces de cortar rápidamente árboles de poco grosor con los dientes.

Los roedores más diferentes entre sí

Aunque estos mamíferos están clasificados dentro de un mismo orden, existen características muy notables entre algunas especies. Esto es debido a que la evolución en diferentes ecosistemas los ha llevado a adaptarse a diferentes estilos de vida.

Los cambios evolutivos son fácilmente apreciables, pues a pesar de haber conservado muchos rasgos de sus ancestros comunes, también han cambiado significativamente. Existen varios ejemplos de especies de roedores que evolucionaron para sobrevivir en condiciones muy diferentes.

Sus diferencias comprenden el tamaño, la dieta, el comportamiento, el hábitat y el aspecto de los miembros de sus especies. Algunos de estos se adaptaron a ecosistemas selváticos, otros a lugares montañosos y otros incluso a riberas y lagos.

Mientras que algunos aprendieron a planear, otros aprendieron a nadar o excavar. Sus estilos de vida comprenden el huir de los depredadores, pero algunos pocos son capaces de defenderse e incluso atacar.

Ratas topo desnudas

Estos roedores tomaron un camino distinto en la evolución, pues sus parientes suelen vivir en madrigueras o en árboles. Las características más notables de estos es que tienen una vista muy atrofiada y son casi completamente lampiños. Estas características evolutivas fueron adquiridas a través de millones de años.

Su aspecto tan diferente se debe a que viven en túneles en el subsuelo a gran profundidad. Este nuevo hábitat oscuro provocó que perdieran la vista debido a que nunca volvieron a usarla entre tanta oscuridad. Asimismo, su pelaje se volvió rápidamente innecesario porque no tenían de quien camuflarse.

Por este mismo hábitat y nuevas actividades, estos roedores desarrollaron un labio inferior que cierra la boca dejando fuera los incisivos superiores. Esto permite que el animal pueda cavar con sus dientes sin que entre tierra dentro de su boca. Para esta misma actividad desarrollaron patas especializadas para cavar.

También son animales sociables y tienen una jerarquía muy marcada, pues solo hay una hembra reproductora. Además, cuando se encuentran pasando en direcciones opuestas del mismo túnel unos pasan por encima y otros por debajo. Esto se sabe porque las ratas más viejas pasan por encima de las más jóvenes.

Ardillas voladoras

Existen varias especies de estos roedores que desarrollaron la singular capacidad de planear al extender sus patas. Es una característica bastante curiosa considerando que se trata de un mamífero terrestre, pues no son muchos los mamíferos en general que se pueden desplazar en el aire.

Es una especie de roedor bastante común y sus otras características no se alejan mucho de las más comunes y observables en ratones. Guarda también otras similitudes físicas con los ratones silvestres, pero tiene una cola peluda y erguida. También tienen una dieta herbívora, pues se alimentan principalmente de nueces.

A pesar de conservar muchas de las características comunes en los roedores más pequeños, su habilidad característica vuelve a estas especies únicas. Existen pocas especies de ardillas voladoras y están dispersas en el mundo. Su habilidad singular se debe a una maya de piel presente entre las patas de estos animales.

Dicha maya se extiende desde las patas traseras hasta las patas frontales y les permite planear. Su locomoción es principalmente cuadrúpeda pero pueden planear de un árbol a otro cuando lo necesiten. Esta habilidad fue desarrollada por habitar principalmente zonas forestales y para moverse más rápido por el bosque.

Puercoespines

Esta especie también es común en zonas forestales, pero también se puede encontrar en algunas montañas. Sin dudas, la característica que lo aleja más en la evolución de otros roedores son las espinas que recubren todo su lomo. Estas están hechas de hueso y vuelven a crecer cuando las pierden defendiéndose.

No hay muchos de este conjunto de mamíferos que suela defenderse de sus depredadores, más bien huyen o se ocultan. Pero, el puercoespín es una excepción muy clara, pues suele demostrar hostilidad ante cualquier posible amenaza. Muchas mascotas curiosas terminan lastimadas por molestarlos.

La vida de estos animales es principalmente solitaria, pero se encuentran con otros de sus congéneres en la época de apareamiento. Su promedio de vida puede alcanzar más de 2 décadas, pero necesitan una buena dieta y cuidado. Estos roedores pueden tener una vida de hasta 27 años.

Es sorprendente cuando se compara con el promedio de vida de otros de estos mamíferos, pues algunos solo viven un año. Una de las razones por las cuales el puercoespín vive más es su defensa contra los depredadores.

Capibaras

Estos mamíferos tienen mayor frecuencia en Sudamérica, donde habitan en llanos y selvas tropicales. Los capibaras se distinguen fácilmente de las demás especies de su orden por su inigualable tamaño. Es indudablemente la especie de roedor más grande que existe en la actualidad.

Puede pesar hasta poco más de 50 kg y alcanzar una longitud poco mayor a 1 m. Estos roedores tienen una anatomía bastante diferente a la de los más pequeños. Los más pequeños tienen patas cortas y torsos grasos, mientras que los capibaras tienen patas más largas y torsos menos grasos.

Su cabeza es más alargada que la de un roedor común, quienes tienen una cabeza con un hocico ligeramente más pequeño y puntiagudo. En cambio, los capibaras poseen un cráneo que se asemeja a un rectángulo en su hocico. Sin embargo, sus dientes acanalados son muy similares a los de otras especies.

Su tamaño se debe a que se adaptaron a un hábitat bastante hostil y lleno de depredadores. Para ello, tuvieron que crecer y correr más rápido, pues no hay muchos lugares para ocultarlos de todos los depredadores de la selva. Los peligros van desde grandes felinos hasta pequeñas serpientes venenosas.

Castores

Estos roedores son muy característicos de América y su hábitat semiacuático les conllevó a adquirir ciertos rasgos evolutivos. Dichos rasgos son sus patas mejor adaptadas para nadar, su pelaje impermeable y su cola aplanada para golpear la madera.

Estos viven en madrigueras y son excelentes nadadores además de leñadores, carpinteros y albañiles. Esto se debe a que los miembros de esta especie construyen represas de madera en los ríos cercanos a su hogar y para ello deben talar y moldear madera. Esto lo logran cortando los árboles con sus dientes.

Luego, llevan los trozos de madera y las ramas en su boca al lugar en cuestión. Una vez que llegan, apilan la madera y la golpean con sus fuertes y planas colas. Estos roedores también son bastante sociables y viven en pequeños y medianos grupos para agilizar los procesos de construcción.

Su papel en las culturas humanas

A pesar de la mala reputación que han ganado muchos de estos mamíferos, no todos estos pequeños mamíferos son representados negativamente en la cultura humana. Muchas veces es representado como un animal inteligente, rápido y astuto haciendo énfasis en la torpeza de sus depredadores más comunes.

Un ejemplo claro de esto es el dado en las caricaturas, donde algunos roedores son los más inteligentes o los más rápidos. En las mismas caricaturas se les suele dar una apariencia y personalidad amistosa para el agrado de los infantes.

En algunas culturas asiáticas e indias son vistos como animales inteligentes, mientras que en el Occidente se tiene una muy mala idea de ellos. Su valor religioso no es mucho, pues no se conocen muchos dioses relevantes o populares que sean representados por estos mamíferos.

Aportes científicos de los roedores

Los roedores han sido objeto de experimento desde hace mucho tiempo, pues poseen algunas características similares a los humanos. Su metabolismo y órganos son parecidos a los de un humano, solo que actúan mucho más rápido y los efectos son menos duraderos.

De esta forma, han sido usados como «conejillos de indias» para muchas pruebas y experimentos metabólicos. Estos experimentos comprenden el uso de muchas medicinas experimentales o sustancias inestables. En los laboratorios mueren centenares de ratones y ratas tras muchos experimentos.

Muchos de estos experimentos fueron cruciales para el desarrollo de vacunas y medicinas muy utilizadas hoy en día por las personas. Estos roedores forman parte constante del desarrollo medicinal y experimental de la humanidad.

Sin embargo, los laboratorios no son los únicos lugares donde los ratones y conejillos de indias han estado. También fueron enviados al espacio en varias ocasiones.

Aportes en la medicina

Los ratones y conejillos de indias son muy usados en el ámbito medicinal para probar las medicinas y otras sustancias. Algunas son no letales, mientras que otras terminan matando a los sujetos de prueba. Aunque esto depende de la sustancia y sus posibles efectos en los seres vivos.

Sin embargo, los roedores no siempre fueron los que contribuyeron a la medicina experimental. Estos animales también son portadores de muchas enfermedades y parásitos letales, algunos incluso son parásitos cerebrales. Algunas de las enfermedades más famosas fueron transmitidas por las ratas y sus pulgas.

Entre estas enfermedades se encuentran la Salmonella, la fiebre por mordida de rata, entre otras bacterias y parásitos. También transmiten enfermedades por el contacto o inhalación de sus heces y orinas.

Aportes en la astronomía

Durante el siglo XX se realizaron muchos experimentos en el espacio con ratones. Muchos otros roedores fueron enviados posteriormente a la carrera espacial, cuando se buscaba enviar sondas espaciales a otros planetas. Los ratones fueron una parte muy notable de los experimentos espaciales.

Incluso en la actualidad se envían algunos para probar los efectos producidos en sus cuerpos y cómo reaccionan ante esos efectos. Dichos efectos incluyen la ingravidez y el desarrollo de los microorganismos (como bacterias) en el espacio.

Algunos ratones y ratas fueron enviados a una estación espacial en el 2020 para probar unas modificaciones musculares y óseas. El proyecto consistía en crear            un medicamento que impidiera que los astronautas perdieran volumen en los músculos y huesos por la ingravidez.

Otros experimentos

Los experimentos realizados en los roedores no son solo medicinales y astronómicos, pues se realizan otros tipos de experimentos. Algunos de estos son neurológicos y genéticos, para comprobar la transmisión de ciertos caracteres indeseables a ciertas generaciones.

En el caso de los neurológicos, se busca estudiar las funciones de aprendizaje y estímulos producidos en el cerebro además de otras funciones neurológicas. También son realizados experimentos psicológicos para entender el funcionamiento de ciertas emociones y lo que pueden lograr bajo su influencia.

Curiosidades de los roedores

Los roedores son animales muy diversos y poseen características muy curiosas, algunas en común y otras no. Sin embargo, tienen la suficiente similitud para que se pueda nombrar algunas que están presentes en la mayoría de estos mamíferos.

Algunas de esas curiosidades de estos mamíferos son:

• Todos saben nadar: Todos las especies de tipo roedor saben nadar por instinto, aunque no a todas les encanta. Algunas que acostumbran nadar más son el castor y el capibara.
• Son muy tiernos: A la mayoría de las especies de estos mamíferos les agrada que les hagan cariños o cosquillas. Esto es más común en las especies socialmente activas y poco hostiles.
• El roedor más pequeño: La especie de roedores más pequeña que existe es la de los jerbos pigmeos. Estos animales no superan los 6 cm de longitud y los 5 g de peso.
• El roedor más grande actualmente: Como ya se ha dicho antes, el roedor más grande del mundo es el capibara y es más grande y pesado que un perro medio grande. Su tamaño se asemeja al de un cerdo adulto bien alimentado.
• El roedor más grande extinto: Hace tiempo fue descubierto un cráneo prehistórico en Latinoamérica, específicamente Uruguay. Este cráneo pertenecía al roedor más grande del mundo, el Josephoartigasia monesi. Se estima que su tamaño se asemejaba al de un oso pardo y su peso a 1000 kg.
• Existen ratas zombis: Los roedores son propensos a contraer un parásito llamado Toxoplasma, el cual afecta su cordura y comportamiento. Este provoca que le pierdan el miedo a los felinos y se sientan atraídos a su orina. Estos comportamientos inducidos por el Toxoplasma hacen que el felino lo mate.

Otras curiosidades interesantes

Estos mamíferos también presentan las siguientes curiosidades:

• Sus dientes crecen siempre: Los dientes de todos los roedores crecen continuamente durante toda su vida. Algunos de estos dientes crecen un par de milímetros a la semana, por lo que se ven obligados a roer constantemente.
• Reyes rata: El fenómeno llamado «rey rata» es en realidad un suceso bastante lamentable para las ratas. Esto es cuando un grupo de ratas enredan sus colas y no se pueden desenredar, por lo que mueren de hambre posteriormente. El rey rata más grande catalogado constaba de 33 ratas momificadas.
• Ratas muy fuertes: Existen roedores de alcantarilla que llegan a pesar hasta 3 kg y son de gran musculatura. Estas ratas suelen pelearse con los gatos y ganan por su actitud agresiva y fuertes mordidas.
• No todos odian a los gatos: Algunas especies domésticas son bastante amigables y se llevan bien incluso con los gatos. Esto es de extrañar porque es su depredador natural, aunque la domesticación de ambos animales deja de lado sus instintos primitivos.
• Pueden ronronear: Las cobayas y otras especies domésticas pueden ronronear similar como lo hace un gato. Ellas ronronean cuando las acarician o cuando se sienten tranquilas y felices. También ronronean similar cuando les molesta algo o algún ruido.
• No tienen caninos: Todos los roedores carecen de dientes caninos, lo que deja un espacio considerable entre los premolares y los incisivos. Esto se debe a que no acostumbran a desgarrar carne, en cambio, cortan alimentos duros con sus poderosos incisivos.

Roedores, los mamíferos más abundantes del mundo

Estos mamíferos son de los más extensos y con más especies dentro de su mismo orden. Ellos componen alrededor del 43% de las especies de mamíferos catalogados hasta la actualidad. Su alta reproducción y gran adaptación les permite habitar en casi cualquier parte del mundo.

Muchos de ellos se adaptaron a diferentes ecosistemas y desarrollaron habilidades únicas para sobrevivir. La mayoría de los roedores son pequeños, pero existen algunos del tamaño de un perro y existieron otros del tamaño de un oso. También son animales altamente involucrados con los humanos.

Esto provocó la destrucción de algunos de sus hábitats y obligó a muchos a vivir en los urbanismos hasta la actualidad. Algunos de estos lugares son cloacas y otros son casas, mientras que unos pocos viven en árboles o túneles. A menudo fueron considerados plagas y se trató de exterminarlos muchas veces.

Sin embargo, no todos tienen esta mala fama de ladrones o propagadores de enfermedades. En algunas culturas son considerados inteligentes y audaces, mientras que algunas especies son domésticas. Los roedores son animales generalmente pequeños, de gran adaptabilidad y muy buenos mordiendo.

Referencias:

https://es.wikipedia.org/wiki/Rodentia

www.nationalgeographic.com.es/animales/roedores

www.ecured.cu/Roedores