Parece que hay un conceso en cuanto a la importancia de la lectura para todo ser humano. Que las ventajas que para la vida trae ser un buen lector no son puestas en duda por nadie. Sin embargo, resulta paradójico que se tenga que insistir tanto en ello. Que los sectores gubernamentales y educativos inviertan tiempo y dinero en convencer a la sociedad de tales ventajas.
Las campañas de promoción de la lectura se suceden sin cesar, así como muchos especialistas se forman en universidades para ser más asertivos en tales empeños. Ríos de tinta se han derramado para convencer a niños y jóvenes de que hay que leer. ¿Qué ocurre entonces si para practicar algo tan bueno hay que hacer tanto esfuerzo?
No hay duda de que el avance tecnológico, lo que se ha llamado la sociedad de la información, debe tener mucho que ver con tales paradojas. No se puede negar que hoy se lee mucho, niños y jóvenes pasan muchas horas frente a sus dispositivos electrónicos recibiendo mensajes. El problema está en la calidad de esos mensajes y el esfuerzo que demandan para su decodificación.
Investigaciones muy acuciosas ha demostrado que a pesar de que se lee mucho en la web, el proceso no se cumple a cabalidad. Los nuevos lectores se han acostumbrado a una lectura fragmentaria y presurosa, donde todo se les proporciona ya digerido. El esfuerzo que se les demanda es muy poco. Demodoque pensar sobre la lectura, su importancia y estimulo es asunto de plena vigencia.
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La importancia de la lectura como proceso
Leer es un proceso de intercambio y comunicación entre un lector y un texto a través del cual se construyen significados. La importancia de la lectura radica en que los significados dependen de la construcción que de ellos hace el lector. Esto opera según sus saberes y experiencias, así como del contexto en el que se desenvuelve.
Se trata de un proceso donde entran en juego diversos elementos que se diferencian jerárquicamente hasta que se construye un sentido. Así la letras, palabras y sílabas se van integrando para elaborar frases y párrafos hasta completar el proceso de decodificación.
Es una operación bastante compleja que va ascendiendo en niveles de comprensión en el que intervienen factores tanto intelectuales como fisiológicos y psicológicos. Lo fisiológico lo representa la visión y el cerebro, el factor biológico que entra en juego.
Lo psicológico se manifiesta por el interés o la motivación positiva o negativa que el texto despierta en el lector. Lo intelectual radica en la compleja decodificación de imágenes visuales y acústicas que permiten la interpretación de símbolos y demás caracteres. Todo dependerá del interés que el lector deposite en el texto para que se logre una verdadera comprensión del texto leído.
Los diferentes niveles de lectura
Para lograr leer eficazmente, de manera comprensiva y crítica, donde realmente radica la importancia de la lectura para la construcción de sentido, hay tres niveles:
- Nivel literal. Es el más básico, pues se trata se apropiarse de la información que trae el texto, de sus ideas principales y de detalles como acciones y hechos. Este nivel es el que posibilita el reconocimiento de palabras propias del idioma en que se lee y de las frases que el texto incorpora.
Este nivel también permite hacer paráfrasis, resúmenes, mapas conceptuales y esquemas con ideas principales.
- Nivel inferencial. Es el más abstracto pues se lleva a cabo cuando se hacen relaciones más allá del texto llevando a realizar conclusiones. Con ello se arriba a ideas no expresadas explícitamente en el texto, sino que se llega a ellas por asociación. Esto permite inferir ideas, predecir secuencias e interpretar el lenguaje figurado y simbólico.
Es un nivel que revela la importancia de la lectura porque permite arribar a ideas e interpretaciones propias.
- Nivel crítico e intertextual. En este nivel se pasa a la valoración del texto leído. El carácter crítico de una lectura depende de los conocimientos del lector, de sus preconceptos. Lleva a emitir juicios que validan la información recibida, permitiendo su apropiación o su rechazo.
Importancia de la lectura como fuente de conocimiento
La lectura es el instrumento más poderoso para acceder a la información en cualquier área del conocimiento. Es un proceso que permite explorar todos los mundos posibles, conocer personas, ideas, costumbres de este mundo ancho y ajeno. Explorar el universo en todas sus reales e imaginarias dimensiones es posible para todo el que asuma el desafío de leer.
La importancia de la lectura no se discute porque es cierto que esta tiende puentes con el mundo. La lectura diaria de la prensa, por ejemplo, conecta con una realidad que cada vez es más global. Ello demuestra una gran verdad de la actualidad: hay un entorno mayor que afecta y modifica a todo habitante de este planeta.
Solo apreciando el hecho de leer como un gran valor intrínseco se logrará la generación de los individuos flexibles, conscientes y críticos que toda sociedad precisa. Ese ciudadano pensante que, formado integralmente, será capaz de proponer soluciones a los desafíos de este milenio.
De allí que ningún esfuerzo será en vano si está orientado a lograr un lector eficaz como lo exigen los nuevos tiempos.
La aventura de leer
No es una exageración la afirmación que nos asegura que a través de la lectura es posible viajar por el mundo entero, a lugares reales e imaginarios. La lectura le presta alas a la imaginación. El género de viajes, por ejemplo, permite conocer los lugares más recónditos desde un sillón en el hogar.
Igualmente, los libros de ciencia ficción permiten poner un pie en la luna sin haber abordado jamás una nave espacial.
Leer hace ciudadanos libres, permite al buen lector apropiarse del mundo con conocimiento de causa, gracias al espíritu crítico que su cotidiano hacer le permite. Esto porque el despertar la curiosidad, ante el universo sin límite que se asoma en un buen libro, es de las cualidades fundamentales del espíritu científico.
La posibilidad de ser otro durante los subyugantes momentos en que se está atrapado en la trama de un libro es otra aventura más. Identificarse con Ulises y sus aventuras por los procelosos mares o con Aquiles y su invencible brazo no deja de cautivar. Compartir la locura justiciera de Don Quijote, aún a pesar de sus innumerables derrotas, hace más patente el deseo de justicia que muchos anhelan.
La importancia de la lectura como autodescubrimiento
Es muy famosa la frase del gran escritor argentino Jorge Luis Borges según la cual él se enorgullecía más de los libros que había leído que de los que había escrito. Es cierto que leer inspira, hace que nuevas ideas broten inesperadamente. Leer es fuente de inspiración, no son pocos los que hacen el salto de simples lectores a reconocidos escritores.
Ello no debería ser motivo de asombro si se admite que la lectura activa la memoria, promueve el recuerdo, excita las emociones. ¿Quién no ha sentido alegría, tristeza, horror, sorpresa o cólera ante el proceder de un personaje? ¿Quién no se ha enamorado de alguien de papel y tinta o del autor que empuñó la pluma? La lectura nos concentra, nos activa, nos emociona, nos hace crecer como personas.
La importancia de la lectura como fuente de placer
Leer no es un proceso fácil, su aprendizaje resulta más complicado de lo que se suele pensar, ya que es un proceso permanente que dura toda la vida. Desarrollar destrezas lectoras no es algo que se circunscribe solo al período escolar. De no cultivarse puede haber retrocesos, estancamientos y hasta pérdida de competencias.
Pero las compensaciones son tantas que bien vale la pena dejarse subyugar por este hábito tan provechoso. Además de liberar emociones, permite al lector adentrarse dentro de sí mismo para conocerse mejor. Es adentrarse en un oasis para encontrar paz, esparcimiento, nuevas facetas de la realidad.
Permite, además, desconectarse del mundanal ruido. Es lo que podría llamarse una sana diversión, donde se logra relajación, descanso y decirle un no al estrés.
La importancia de la lectura para los niños
La lectura desarrolla en niños y jóvenes las competencias necesarias para el buen uso de su lengua materna. No hay ortografía ni un amplio vocabulario que les permita comunicarse con eficacia sin el concurso de los libros.
La lengua oral y escrita supone mucha lectura de por medio, lo cual es requisito necesario para la superación personal y profesional. Leer los ayuda a apreciar la belleza, la verdad y la justicia, además de cultivar su imaginación y el gusto por la creación. Los buenos libros despiertan la solidaridad, el altruismo y el disfrute estético.
Les hace sentir admiración por los héroes y respeto por los grandes hombres y mujeres protagonistas de la historia. Admiración que se extiende a los momentos estelares de la humanidad, gracias a los buenos libros de Historia.
Hay que lograr que el niño o el joven no vean la lectura como algo impuesto y aburrido sino como algo cautivante a descubrir. Es necesario que los más jóvenes lean por motivación propia, solo así se convertirá en un hábito de toda la vida. Para ello tienen una gran responsabilidad padres, maestros y bibliotecarios.
El leer también es compartir, intercambiar impresiones y libros favoritos. Para ello el adulto promotor juega un papel preponderante en estas acciones que debe incentivar sin demora.
Una buena estrategia para incentivar procesos de lectura es la combinación con actividades lúdicas. Esto con miras a propiciar el desarrollo del lenguaje, el cognitivo, el emocional y el social de los pequeños. Unos padres entusiasmados en lograr unos hijos lectores, compartiendo con ellos relajados momentos de amena lectura, seguro lograrán crear el hábito en sus hijos.
Solo asumiendo esta corresponsabilidad con la escuela es como se cosecharán perdurables frutos. Es aconsejable compartir diversos tipos de relatos para constatar cuáles son los preferidos. Cuentos, poemas, canciones, leyendas llenarán el mundo infantil de palabras, colores y personajes cautivadores. Que los niños se identifiquen con estos personajes es un factor más que los enamora de los libros y la lectura.
La importancia de la lectura para los adolescentes
La lectura por lo menos de un libro al mes es lo más recomendable para los adolescentes. Además de mejorar su ortografía y aumentar su vocabulario es el mejor estímulo para su imaginación. Para lograrlo hay que proporcionales libros que los atraigan e interesen, que les demuestren que leer es una actividad entretenida y nutritiva.
Se ha comprobado que el bajo rendimiento en los estudios se debe muchas a veces a un bajo nivel de comprensión lectora, a no haber desarrollado competencias de lectura. Ello incluso en materias científicas, como las matemáticas, la física o la química. El fracaso en las mismas se debe, en muchas ocasiones, a que el joven no comprende los planteamientos de los problemas a resolver.
Todo ello conduce a una baja autoestima y hasta al abandono del sistema escolar. De ahí la necesidad de los docentes de estimular la lectura para propiciar el desarrollo cognitivo. La lectura en clase debe ser un ejercicio cotidiano, estimulando al alumnado a que explique con su propio vocabulario lo que ha entendido al leer.
Ello lo llevará a tener ideas propias y a no repetir mecánicamente lo que ha aprendido. Es cierto que fuera de los muros del hogar y de la escuela hay todo un universo que actúa como distractor. Sin embargo, es perentorio demostrar al joven la importancia de la lectura. Para lograrlo es necesario hacer una buena selección de materiales para leer.
Un recurso que hoy se tiene a mano es el de las novelas gráficas que se han convertido en todo un boom editorial y que son muy demandas por los más jóvenes.
Qué leer
Muchas veces la indiferencia de los más chicos hacia la lectura, incluso su rechazo, no se debe al ejercicio en sí mismo sino a los textos seleccionados. Para ello hay que buscar asesoría con los entendidos. La web, así como bibliotecas y librerías, tienen una amplia estantería de libros a ofrecer y escoger, solo falta un poco de empeño al seleccionarlos.
Se recomienda la selección de diversos géneros, autores y temas para que el niño haga una lectura activa, de anticipaciones, conjeturas y predicciones. Luego vendría la parte creativa: cambiar los finales, los títulos, agregar o suprimir personajes, hacer dramatizaciones o manualidades inspiradas por lo leído. Todas estas actividades aumentan la capacidad de observación y mejoran la concentración y la atención.
Son actividades propiciadas por hermosos libros ilustrados, libros álbumes o de historietas. De no estar al alcance del bolsillo de todos, sí lo están en las bibliotecas o en la web.
El hábito de la lectura redunda a la larga en una mejora de las condiciones humanas y sociales de todo lector. Una mente alerta y lúcida, gracias a los procesos de decodificación que produce toda lectura, mejora en gran medida el desenvolvimiento en el medio social.
De ahí que los entes gubernamentales y educativos deben activarse sin pausa para incentivar y promover la importancia de la lectura. Es fundamental ampliar y mejorar los mecanismos de producción y distribución del libro.
También es necesario diseñar programas y campañas a favor de la lectura, así como crear una industria editorial en cada nación. Hay que instituir planes y subvenciones para lograr un verdadero acceso al libro y con ello a la lectura.
Referencias:
www.comunidadbaratz.com/blog/20-razones-por-las-que-la-lectura-es-importante-para-nuestras-vidas/
www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/prepa4/n10/e5.html
www.monografias.com/trabajos107/importancia-lectura-adolescentes/importancia-lectura-adolescentes.shtml
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