Desde el más antiguo y rudimentario, hasta el creado mediante la más alta tecnología, los clavos vienen a constituir una herramienta de permanente utilidad. Su importancia está fundamentada en su versatilidad; ya que, a lo largo de la historia de la humanidad, no ha llegado a crearse nada que lo sustituya.
En sus diferentes variantes, es utilizado para la manufactura y mantenimiento de todas las estructuras que sirven de base a la formación y existencia de grandes ciudades. Es utilizado tanto en la construcción, carpintería, herrería y en todo aquello que necesite levantarse y mantenerse de pie.
Conozcamos un poco sobre esta maravillosa creación del ser humano, y las múltiples aplicaciones que aún permanecen vigentes.
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Qué son los clavos
Los clavos son unos objetos, generalmente metálicos, de forma alargada con uno de los extremos en punta. Normalmente están fabricados en acero al carbón, con punta de diamante. Sin embargo pueden ser de hierro, cobre, aluminio, alambre o latón, ya que la gran variedad en el mercado permite al usuario adecuarlos a cada necesidad.
Estos objetos son utilizados para pegar, adherir, o fijar dos elementos de manera segura. Esto permite emplearlos en múltiples actividades u oficios, gracias a que existen en una gran variedad de tipos; dependiendo de la dureza, rigidez o durabilidad que se requiera en la actividad a realizar.
El origen de los clavos
Evidentemente, los clavos como invención, surgen, desde los orígenes de la humanidad, ante una necesidad del hombre de ir mejorando su calidad de vida. No existe evidencia cierta sobre su origen. Seguramente fue en la época prehistórica, donde los cavernícolas durante su evolución natural, fabricaron los primeros clavos en huesos de animales y madera.
La historia conocida de los clavos se remonta a la época romana. Se sabe que los primeros fueron fabricados de hueso, y eran empleados para inmovilizar presos en cruces de madera, como una forma de tortura.
Los fenicios, egipcios y griegos utilizaban los clavos, y hasta tornillos, para fijar a sus muertos y evitar así su regreso a la vida; en estos casos se usaron con una connotación espiritual o religiosa.
Partes de los clavos
Los clavos, siempre van a tener un extremo filoso que permite su penetración en cualquier superficie. Sin embargo, las otras partes del clavo pueden variar, como podemos apreciar a continuación:
- Cabeza. Es el extremo opuesto a la punta, y suele ser achatado y con diferentes formas de acuerdo al uso o material a perforar. Es el extremo a golpear con un objeto contundente llamado martillo, para conseguir su penetración en la superficie a fijar.
- La caña o vástago cuerpo del clavo. Esta parte puede variar en grosor o longitud dependiendo de la tarea a realizar, suele ser liso, aunque puede tener otras apariencias, de acuerdo a su utilidad.
- La punta. Corresponde a la parte principal de los clavos, ya que debido a su extremo filoso, puede pasar a través del material usado y facilitar el trabajo. Las puntas de diamante suelen ser las más comunes por su resistencia y durabilidad.
Tipología de los clavos
Estos elementos de acuerdo a su uso, forma y diversidad del material, con el cual están fabricados, pueden clasificarse en:
- Los clavos comunes. Generalmente usados en el área de la construcción y en la carpintería, suelen ser de acero, tienen la cabeza plana y lisa, culminando con su conocida punta de diamante.
- Los clavos de Bellota. Es un tipo de clavo con cuerpo liso, de aproximadamente 20 cm de largo, con la cabeza parecida a una bellota. Es uno de los clavos más usados en herrería y existen a su vez varios tipos.
- Los clavos de espiga o anillados. Estos clavos tienden a confundirse con tornillos, ya presentan unos anillos en el vástago, por lo cual requieren una herramienta especializada para su colocación.
- Los clavos Brad. Son los típicos clavos para carpintería, de pequeñas dimensiones en tamaño y grosor, para evitar que se quiebre la madera en su colocación.
- Los clavos de albañilería y clavos de corte. Están fabricados en acero, con una punta cuadrada para facilitar su penetración en el concreto. Son clavos fuertes, con surcos a lo largo de su vástago y de gran grosor.
- Los clavos de grapa. Son una variedad de clavo con forma de herradura y con los dos extremos en punta. Generalmente, están elaborados en hierro y son utilizados para tensar o sostener cercas, telas metálicas o cualquier material perforado.
- Los clavos doble cabeza. Se utilizan es construcciones temporales, sobre todo en madera. Sus dos cabezas colocadas a cierta distancia, en el mismo vástago, permiten extraerlos posteriormente con mayor facilidad.
- Tachuelas. Son unos tipos de clavos de pequeño tamaño, que son utilizados sobre todo en el área de tapicería y con fines decorativos. Su cabeza puede ser lisa, decorada, de bola, etc., dependiendo del efecto que se pretenda conseguir.
- Clavos de rosca o tornillos. Este elemento penetra las superficies dando vueltas, y por eso algunas personas opinan que no deben llamarse clavos. Principalmente, porque son manipulados con un desarmador o destornillador, y no por un martillo.
- Existen otras derivaciones menos comunes de los clavos, como son; el clavo de golpe o sebo, clavo de ensambladora, clavo de calamón, clavos sin cabeza, etc., es decir, un clavo para cada necesidad.
Algunas curiosidades sobre los clavos
Estos importantes elementos han sido blanco de muchos usos, en algunos casos algo extravagantes. Conozcamos algunas curiosidades relacionadas a este objeto:
- Existen civilizaciones que con fines terapéuticos y medicinales utilizan la llamada “cama de clavos”. Es un método utilizado desde hace muchos años, para el alivio de dolencias musculares y óseas, así como para tratar afecciones emocionales y mentales. Es una superficie con forma de cama y muchos clavos colocados con las puntas hacia arriba, donde es acostado el paciente durante cierto tiempo.
- Como curiosidad médica se han reportado algunos casos de pacientes con incrustaciones de clavos en cabeza y otros órganos vitales, que han logrado sobrevivir a dichos incidentes.
- Existen los llamados clavos quirúrgicos, cuya popularidad ha aumentado en los últimos años. Estos se colocan en intervenciones quirúrgicas de huesos fracturados, logrando una pronta recuperación en el paciente.
- Los clavos de olor, son muy populares en el mundo de las artes culinarias. Es una especie comestible, que por su apariencia recibe ese nombre, y se utiliza para aromatizar y darle gusto y color a los alimentos.
- Es utilizado con frecuencia en el refranero popular, en refranes como; “por los clavos de Cristo”, “un clavo saca otro clavo”, “dar en el clavo”, “para sacarse un clavo”, “seguir dando clavo”, etc. Este material ha llegado a formar parte del lenguaje coloquial en muchas conversaciones.
Podemos concluir que, la invención de los clavos, estos pequeños pero tan útiles objetos, cambió y aún cambia la historia de la humanidad. Puesto que los avances tecnológicos han traído consigo, el perfeccionamiento y la creación de tipos cada día más sofisticados.
Su uso es cotidiano y casi obligatorio en cada uno de los hogares. Y siempre que se utilicen los clavos indicados se garantizará el éxito, calidad y durabilidad de los trabajos a ejecutar.
Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Clavo_(objeto)
www.monografias.com/docs/Historia-De-Los-Clavos-FKM89JZBZ
http://todoferreteria.com.mx/los-clavos/
www.definiciones-de.com/Definicion/de/clavo_bellote.php
https://dle.rae.es/clavo?m=form#8wnG3rZ
www.nosabesnada.com/noticias/clavos/
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